Mes Nacional de los Cuidadores Familiares

Cuidar a un familiar anciano, enfermo o con una enfermedad mental es una tarea increíblemente desinteresada y que consume energía, incluso en las mejores circunstancias. Aproximadamente 53 millones de estadounidenses (o uno de cada cinco) son considerados cuidadores de un ser querido o familiar necesitado. Noviembre es un momento en el que reconocemos los esfuerzos de los cuidadores y encontramos formas de celebrarlos y apoyarlos en esta difícil tarea.

Cuando utilizamos el término “cuidador”, podemos pensar en un hijo o una hija cuidando a un padre anciano. En realidad, existen muchos tipos diferentes de escenarios de prestación de cuidados. Puede ser un padre que cuida a un hijo joven o adulto con una enfermedad mental. A medida que los padres envejecen, muchas veces los niños se ven en la posición de cuidar de una madre o un padre ancianos, lo que puede volverse más difícil con la prevalencia de enfermedades como la demencia y el Alzheimer. Si un ser querido, como un cónyuge, un hermano o un amigo cercano, padece una enfermedad crónica o terminal grave, como cáncer o ELA, también requiere atención a tiempo completo. Programar citas con el médico, resurtir recetas, ofrecer un oído atento y ayudar en el funcionamiento diario, todo ello cae dentro del ámbito de responsabilidad de un cuidador.

Lo que muchos cuidadores quizás no comprendan es que al entregarse al acto de ayudar a un ser querido, su propia salud mental puede comenzar a deteriorarse. Esto se manifiesta como sensación de agotamiento y falta de tiempo para prácticas de cuidado personal. Puede parecer que se siente culpable por tener a otra persona cuidando a una amada madre, hermana o hijo mientras disfruta de unas vacaciones muy necesarias. Incluso puede significar experimentar depresión, ansiedad e incluso trastorno de estrés postraumático, todo lo cual puede aumentar cuando se cuida a alguien con una enfermedad mental. Si el cuidador es más vulnerable económicamente, tener los recursos para continuar con el cuidado puede generar también una enorme tensión financiera. Todas las tensiones se acumulan.

Es increíblemente importante, entonces, que aquellos que cuidan de otra persona durante un período de tiempo determinado tomen las medidas necesarias para cuidarse a sí mismos. Algunos recordatorios para asegurarse de que usted también se cuide incluyen:

Quizás la tarea más difícil para un cuidador sea el simple acto de dejarlo ir. Es posible que tengan sentimientos de culpa al tomarse un tiempo para sí mismos o que les preocupe que su ser querido esté en buenas manos. Sin embargo, hay algunos maravillosas organizaciones en nuestra comunidad que puede ser de gran utilidad tanto para los cuidadores como para sus seres queridos ancianos o enfermos.

Al igual que encontrar una niñera para un niño pequeño, es fundamental encontrar a la persona adecuada que ofrezca cuidados de relevo a su ser querido en un entorno seguro. Algunas organizaciones ofrecen servicios de emparejamiento o oportunidades de entrevistar a los cuidadores. Al contratar a un cuidador de relevo, no tiene que preocuparse de que su ser querido se sienta aislado o solo. En cambio, puede estar tranquilo sabiendo que están teniendo experiencias sociales enriquecedoras mientras son atendidos con compasión y amabilidad.

Si es un cuidador, pida ayuda y reúna un equipo de apoyo para evitar que experimente estrés excesivo o deterioro mental. Las conversaciones honestas también son importantes, ya que debes ser sincero sobre tus necesidades de cuidado personal y tiempo para disfrutar tu vida. Los cuidadores son miembros fuertes, devotos y compasivos de nuestra sociedad, y estamos felices de honrarlos este noviembre en el Mes Nacional de los Cuidadores Familiares. Gracias por todo lo que hace para ayudar a las personas mayores, enfermas y con enfermedades mentales en su vida.