Relaciones Saludables

Cómo criar niños que aman el aire libre

24 de agosto de 2022
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El cómodo ritmo de los días de verano y principios de otoño, combinado con el abundante sol y el calor, es una maravillosa invitación para que los niños jueguen al aire libre durante largas horas. Sin embargo, una vez que comienzan las clases y llega el clima más fresco, es posible que encontremos a nuestros hijos (y a nosotros mismos) sentados en el interior durante períodos más largos de tiempo o participando en actividades adentro en lugar de afuera. 

Conectarse con la naturaleza es un elemento increíblemente importante para el bienestar en la vida de todos, pero especialmente de nuestros niños. Entonces, ¿cómo puede mantenerlos interesados en salir al aire libre para tomar más aire fresco cuando los días son más cortos y el clima no parece tan hospitalario como el verano? 

Por qué es importante

Ya sea que usted sea una familia que vive al aire libre o no, todos los humanos tenemos una necesidad innata de conectarnos con el mundo que nos rodea. Esto no significa que tengas que ir a acampar todos los fines de semana o renunciar a tu agradable tiempo en el interior cuando el tiempo cambie. Sin embargo, sí significa que debemos reconocer la importancia de ayudar a nuestros hijos a establecer una conexión con el mundo más amplio (y más salvaje). 

El niño estadounidense promedio hoy gasta aproximadamente siete horas frente a una pantalla y siete minutos al aire libre. Esa estadística puede parecer escandalosa, pero si eres padre, no necesitas que te adviertan sobre el atractivo de la tecnología y cómo ha impactado a nuestros hijos en todos los niveles. Junto con el aumento del uso de la tecnología y la disminución del tiempo que se pasa al aire libre, tenemos un aumento correlativo de enfermedades infantiles, tanto mentales como físicas. De hecho, algunos sugieren que pasar más tiempo al aire libre puede ser increíblemente beneficioso para los niños con una gran cantidad de dificultades, como estrés, TDAH, dolencias físicas y más. 

¿El punto principal? Salir al exterior es importante para vivir una vida plena y saludable. Y aunque jugar videojuegos o mirar televisión es muy divertido, necesitamos encontrar un mejor equilibrio para nuestros hijos, especialmente cuando llegan los días más fríos del otoño. 

No tiene por qué ser difícil

¡La mejor manera de ayudar a su familia a salir más este otoño es hacerlo divertido! Dejar que los intereses de sus hijos lideren el camino creará una conexión mucho más auténtica con el mundo que los rodea. ¿Necesitas algunas ideas? 

Para futuros botánicos

Puede ser obvio dejar que sus hijos se ocupen de la jardinería durante el verano, pero el otoño también puede ser un momento divertido para intentar meterse en la tierra. Plante un jardín de otoño con crisantemos, bulbos para la primavera o incluso una mezcla de verduras que aman el invierno. ¿Quizás a su hijo le gustaría incluso planificar y cuidar su propio pequeño jardín? Si usted y sus hijos quieren pensar en grande, diríjanse a uno de Senderos para caminar y andar en bicicleta del condado de Hancock para dar un paseo o pasear por el bosque. Incluso puedes usar tu teléfono o una guía práctica para identificar las plantas tal como las ves. 

Para los amantes del deporte

¿Tus hijos mueven sus cuerpos constantemente? En el interior, esto puede significar saltar en los sofás, competir entre sí en pistas de obstáculos o incluso practicar deportes de interior. Lleve sus pequeños corazones activos al aire libre para divertirse. Frisbee, atrapar, etiquetar, esconder y buscar, o crear una carrera de obstáculos son excelentes maneras de involucrar a sus hijos. Llevarlos a un parque local en otoño o invierno es una manera fácil de entusiasmarlos con escalar, saltar y jugar al aire libre durante una estación diferente del año. 

Para niños con gran imaginación.

Lo mejor de estar al aire libre, desde el punto de vista de un niño, es la libertad de estructuras. Estamos tan acostumbrados a seguir reglas, especialmente en el interior, que esta puede ser una transición difícil para algunos niños. La naturaleza nos pide que usemos nuestra imaginación para poder trepar a un árbol, crear un columpio de cuerda y encontrar una barra de equilibrio en un viejo árbol caído. Los niños pueden crear juegos, ensuciarse, descubrir ecosistemas, construir fuertes y participar en cualquier forma que deseen cuando tienen la libertad de hacerlo. El otoño, con su aire fresco y su abundancia de montones de hojas, es un gran lugar para hacer precisamente eso. 

Para niños a los que les gustan los desafíos

Para los niños mayores, involúcrelos en algún trabajo real al aire libre. No nos referimos a cortar el césped, rastrillar las hojas o cualquiera de esas cosas viejas y aburridas. ¿Qué pasa con las tareas que los niños pudieron haber tenido que hacer hace décadas o siglos? Tallar palos caídos, trenzar cuerdas con pasto otoñal, cosechar alimentos y aprender a encender un fuego sin cerillas son todo un desafío, pero tienen grandes recompensas para la salud física y mental. Un sentimiento de logro a través de un riesgo calculado puede significar mucho para los preadolescentes y adolescentes que intentan descubrir quiénes son y qué les gusta hacer. 

Salir al aire libre es vital para la salud de nuestros niños y el futuro de nuestro planeta. Si queremos formar una generación de personas que cuiden la Tierra, debemos empezar ahora. ¡El otoño es un buen momento para adentrarse en la naturaleza y divertirse juntos!